Los líquenes y los musgos son muy frecuentes en la huerta y su entorno, hoy nos vamos a fijar en estos seres vivos a los que muy pocas veces prestamos la atención que merecen.
Algas, líquenes y musgos constituyen las llamadas cortezas biológicas del suelo o “biocortezas”. Actualmente ocupan el 12% de toda la superficie terrestre pero hay estudios que pronostican que debido al cambio climático y por los cambios de uso del suelo, podría descender un 40% en los próximos años.
Las plantas son los únicos organismos vivos que mediante la fotosíntesis, en presencia de agua y con la energía solar, son capaces de producir materia orgánica (hidratos de carbono, proteínas,…) y oxígeno. Pero para sobrevivir y reproducirse también necesitan otro elemento fundamental, un suelo fértil que les aporta agua, nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio…
En la formación del este suelo fértil juegan un papel fundamental los líquenes y los musgos.
Imaginad una zona desnuda, únicamente con rocas, en nuestro caso de granito. Los primeros colonizadores que llegan son los líquenes, junto al aire, el agua y el hielo erosionan y fraccionan las rocas. Tras varias generaciones, al morir los líquenes, generan cantidades incipientes de materia orgánica que permitirán el crecimiento de los musgos. Los musgos se reproducen, aumenta la cantidad de materia orgánica, la capacidad de retención de agua y así posibilitan el crecimiento de pequeñas hierbas. Después se surgen los pastos permanentes y arbustos y al final se pueden desarrollar árboles y bosques. Cualquier fase de estos procesos naturales la podemos observar por nuestra zona.
Los líquenes
Son hongos liquenizados, no tienen raíces, flores ni hojas y obtienen el agua y los nutrientes directamente de la atmósfera.
Los líquenes son hongos (micobionte) que se asocian con algas (ficobionte) o cianobacterias. De esta relación o simbiosis ambos organismos se benefician (mutualismo). Las algas realizan la fotosíntesis, captan energía solar, CO2 del aire y generan azúcares que ponen a disposición del hongo para que crezca y se reproduzca. El hongo proporciona soporte, protección y aporta agua.
La mayoría de las algas son de color verde pero también las hay marrones, doradas y de otros colores. Las combinaciones de algas y hongos posibilitan que actualmente existan más de 13.000 especies de líquenes aceptados.
El cuerpo de los líquenes se llama talo. En él distinguimos unos pequeños filamentos o ricinas (no son raíces) que los permite adherirse, un córtex o cutícula, una médula y una capa algal.
Los líquenes captan con facilidad la humedad ambiental para sobrevivir y son capaces de crecer donde no lo consiguen otros organismos. Los encontramos por todo el planeta, incluso en los polos y en los desiertos. Nosotros los vemos sobre piedras, paredes, tejados o cortezas de los árboles. También pueden crecer sobre hojas o ramas muertas, sobre musgos, sobre otros líquenes e incluso sobre insectos o crustáceos.
Los líquenes son capaces de soportar periodos muy húmedos y otros secos (desnaturalizandose) y así pueden sobrevivir varios años. Pueden perder el 95% de su contenido en agua y permanecer años en un estado de latencia reversible. Son los organismos eucariotas más resistentes a condiciones extremas de la tierra, sobreviven a sequías de 10 años, a temperaturas de -17°C, a su inmersión en nitrógeno líquido y a las zonas con mayor contaminación radioactiva.
Por su forma se clasifican en tres grandes grupos:
- Crustáceos. Están muy adheridos a los sustratos.
- Foliáceos. Tienen forma de pequeñas hojas, sin los bordes adheridos al sustrato.
- Fruticulosos. Tienen aspecto de pequeños arbustos ramificados.
En los líquenes ambos miembros de la simbiosis pueden reproducirse asexualmente. Los hongos, además, son capaces de reproducirse sexualmente mediante cuerpos fructíferos característicos (apotecios) donde se desarrollan ascosporas.
Curiosidades
Los líquenes obtienen la mayoría de los nutrientes del aire y viven muchos años, por eso son unos excelentes bioindicadores de la calidad atmosférica. Se realizan estudios de la dinámica de poblaciones durante períodos largos (biomonitores) y otros de las sustancias que acumulan, tanto cuantas, como cuales (bioindicadores). Los principales contaminantes presentes en la atmósfera son el dióxido de azufre y el CO2, ambos influyen en el crecimiento y la distribución de los líquenes.
De los líquenes (Roccella tinctoria, llamada onchilla en Canarias) obtenían los romanos el colorante rojo púrpura para sus túnicas. El colorante tornasol, utilizado para medir el pH, también procede de líquenes. Algunos se utilizan como fijadores de esencias en perfumería. En farmacia se obtienen sustancias con propiedades antibióticas, antivirales o antiinflamatorias.
Aunque no suelen ser consumidos por los herbívoros, los renos incluyen líquenes del género Cladonia, en su dieta.
El musgo
Los musgos son plantas muy simples (Bryophyta). De pequeño tamaño, carecen de lignina en sus paredes celulares, no tienen tejidos vasculares y por lo tanto no pueden transportar agua a través de sus estructuras. Tampoco tienen flores, ni frutos, realizan la fotosíntesis y suelen ser de color verde.
Para desarrollarse correctamente necesitan zonas húmedas que colonizan. En la ladera norte de la sierra de Villafranca hay muchas hectáreas cubiertas de musgo, crecen sobre el suelo, piedras, paredes y muros de piedra seca, cortezas de árboles e incluso bajo el agua dulce. Prefieren las zonas húmedas y de umbría, donde en condiciones favorables son los precursores de otras plantas superiores.
En España hay descritos más de 1.000 musgos distintos.
En un musgo distinguimos unas raicillas o rizoide que los sirven de anclaje, unas hojillas o filoides y unos filamentos con esporas.
Se reproducen de forma asexual, en este caso cualquier parte de la planta puede dar lugar a una nueva, o sexual, mediante gametos masculinos y femeninos que al unirse formaran esporofitos de los que puede germinar una nueva planta.
Soportan la congelación, el calor, la escasez o el exceso de luz y también pueden sobrevivir deshidratados, en estado de latencia, durante varios años.
Las briófitas en general, y por lo tanto los musgos, tienen una serie de propiedades que los otorgan una enorme importancia ecológica.
* Al retener grandes cantidades de agua (hasta el 20% de su peso) colaboran en el mantenimiento de la humedad, de la temperatura ambiental y regulan las crecidas de los ríos y arroyos.
* En las zonas donde se instauran evitan la erosión y estabilizan las capas más superficiales del suelo.
* Colonizan rocas y suelos, reciclan nutrientes, producen biomasa y fijan carbono. Favorecen así la creación de suelo fértil, la germinación de las semillas y la progresiva instauración de plantas superiores.
* Proporcionan refugio y las condiciones ideales para vivir y reproducirse a muchos animales y microorganismos.
* Los musgos liberan oxígeno y fijan carbono atmosférico. Al absorber el agua y los nutrientes por toda su superficie, fijan más CO2 que otras plantas superiores.
Por lo tanto, las comunidades de musgo son cruciales para la estabilidad el suelo, el ciclo del agua, los nutrientes y los gases. Debemos respetarlas, siempre.
Curiosidades
Con musgo, como base, el chochín común (Troglodytes troglodytes), muy abundante por la zona, suele construir cada año un curioso nido globoso en las paredes de la huerta. Como estos pájaros se alimentan estrictamente de insectos y sus larvas, es fácil que imagines el favor que nos hacen la pareja al alimentarse ellos y a las crías que sacan adelante.
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Pensamos que no tiene sentido utilizar musgo para confeccionar el Belén en Navidad. ¡No crece en el desierto!.
En la localidad cercana de Béjar, en Salamanca, se celebra todos los años la ancestral fiesta de “Los hombres de musgo”.
En la zona norte de la Sierra de Villafranca existe gran abundancia y diversidad de líquenes y por ser una zona de umbría el musgo también es muy abundante. Ambos son indicadores de la excelente calidad ambiental de la que disfrutamos al hacer ejercicio cultivando la huerta.
La solución al cambio climático depende de la conservación de la mayor cantidad posible de zonas con vegetación (musgos, prados, pastos, pastos arbustivos, bosques autóctonos y en menor medida de bosques cultivados). Todo cultivo agrícola interferirá negativamente, pero es necesario cultivar para alimentarnos. Hacerlo al aire libre, sin plásticos, con especies y variedades autóctonas, dejar cobertura de vegetación en invierno, rotar los cultivos, favorecer la presencia de insectos polinizadores y otras medidas que tomamos en la huerta, son nuestra ínfima contribución para obtener alimentos sanos con la mínima interferencia el clima.
Para saber más
Líquenes, si vives en Madrid o en Barcelona podría interesarte el proyecto de participación ciudadana Liquencity con actividades al aire libre.
Musgos, nos parece muy interesante la web de la Sociedad Española de Briología (SEB).
diana dice
las rocas con musgo que son sexual o asexual y porque
Huerta dice
El musgo se reproduce de forma asexual, en este caso cualquier parte de la planta puede dar lugar a una nueva, o sexual, mediante gametos masculinos y femeninos que al unirse formaran esporofitos de los que puede germinar una nueva planta.