Hoy os mostramos cómo cultivamos una de las verduras que cada año plantamos en al huerta, las acelgas.
Existen referencias sobre su cultivo por los griegos (siglo V a C.) y por los romanos y los árabes, en la región mediterránea, para usos medicinales y para la alimentación animal. En el siglo XX se incorporó a la dieta humana y hoy, en España, es una de las verduras más consumidas.
Las acelgas (Beta vulgaris L. var. cicla) son unas plantas bianuales que cultivamos anualmente. Tienen raíces profundas. Las hojas, de forma oval/acorazonada, se reúnen en su base en una especie de roseta de la que surgen los peciolos o pencas, el color oscila entre el verde amarillento y el verde oscuro y pueden ser lisas o rugosas.
Plantación
Después de labrar la huerta elegimos una pequeña zona en la que cultivamos judías secas el año anterior, incorporamos parte de nuestro compost y hacemos un par de surcos profundos.
A mediados del mes de mayo adquirimos unos diez plantones que sembramos con cepellón, como mostramos en el siguiente vídeo.
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Cuidados
Es un cultivo sencillo, nos limitamos a eliminar las malas hierbas con la azada a la vez que aireamos el terreno y a regarlas con frecuencia en verano, al menos semanalmente.
No las ponemos fertilizantes.
Entre las plagas destacamos los pulgones (Aphis fabae), eliminando las hojas o las plantas afectadas evitamos los tratamientos fitosanitarios.
Las acelgas
Solemos cultivar cada año, en diversas proporciones, dos tipos de acelgas:
- Amarilla, tipo Lyon, que tienen hojas grandes onduladas de color verde amarillento con pencas blancas y anchas.
- Verde, tipo Bressane con hojas onduladas de color verde oscuro y pencas muy anchas.
Recolección
Se consumen las hojas. Se cortan las más desarrolladas y exteriores por la zona de unión de las pencas con la roseta. El primer corte suele ser en junio y luego cada dos semanas hasta que comienza el frío y las heladas, hacia el mes de noviembre.
Las acelgas resisten heladas de hasta -5°C pero su cultivo óptimo exige temperaturas entre 15 y 25 °C y agradecen la humedad del suelo.
Consumo
Consumimos las acelgas según las vamos recolectando.
La forma más frecuente, después de lavarlas y picarlas, suele ser hervidas y rehogadas con ajo y pimentón, o con jamón serrano. A veces separamos las pencas y las rebozamos con harina y huevo para freírlas después en aceite de oliva.
Las acelgas son ricas en agua (91%), fibra (0,8%), minerales y vitaminas.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN) destacan por su contenido en fibra soluble, en vitaminas (sobretodo folatos, vit C, vit A y niacina) y minerales, entre los que destacan el el hierro, el magnesio, el yodo, el potasio y el calcio.
Como particularidad, con respecto a otra verduras, las acelgas contienen sodio que es el responsable de su sabor característico.
Legislación alimentaria
En la entrada de las lechugas ya comentamos algo sobre el problema para la salud que pueden suponer ingestas diarias de nitratos superiores a 3,7 mg /kg p.c. Los nitratos pueden llegar a nuestra dieta por el agua de bebida que los contenga, por las hortalizas, las verduras y por consumir productos cárnicos curados donde se utilizan como aditivos.
En el procesado y almacenamiento de los alimentos y en el tracto gastrointestinal de los nitratos ingeridos, se pueden originar nitritos. Los nitritos en la sangre pueden generar metahemoglobinemia y en el estómago reaccionan con los alimentos produciendo nitrosamidas y nitrosaminas, cuyos efectos cancerígenos están demostrados.
La Unión Europea, mediante el Reglamento 1881/2006, ha establecido el contenido máximo de nitrato que pueden contener las espinacas (entre 2.500 y 3.000 mg de NO3/kg), las lechugas (entre 4.500 y 2.000) y los alimentos elaborados a base de cereales y alimentos infantiles para lactantes y niños de corta edad (200 mg).
Las acelgas son las verduras que más nitratos acumulan (1.690 mg/Kg de media).
En Europa el consumo de acelgas es residual, en España no, por eso la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) para las acelgas recomienda los mismos niveles que para espinacas en las dietas de lactantes y niños de corta edad.
Consejos para bajar el nivel de nitratos de las acelgas
Pensamos que cuanto menor sea el nivel de nitratos la alimentación de nuestra familia será más saludable, por eso elaboramos nuestros propios adobos.
En el caso de las acelgas seguimos las siguientes pautas, en su cultivo y elaboración:
- Las cultivamos anualmente en la época de días largos, expuestas directamente al aire libre y a la luz solar y las consumimos de junio a octubre.
- Las regamos con frecuencia con el agua de la sierra.
- No utilizamos abonos nitrogenados, ni de síntesis ni estiércol.
- Después de recolectarlas las lavamos abundantemente.
- No las consumimos en crudo.
- Después de cocinarlas evitamos mantenerlas a temperatura ambiente.
Truco del abuelo
Al cortar las acelgas acerca con la mano tierra a la roseta tapando los cortes. Dice que así consigue que no surjan pequeñas hojas y brotes laterales en la base y el resto de las hojas crecerán más.
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