Los tomates son plantas tropicales que llegaron a Europa desde América en el siglo XVI, son herbáceas perennes que se cultivan como anuales, necesitan abundancia de sol, de agua y de nutrientes.
Hace muchos años que se plantan tomates al aire libre en esta zona de montaña, pero para obtener buenas cosechas han de seguirse unos pasos en el cultivo que os vamos a contar.
Primeras heladas al final de la temporada
Son muy sensibles a las heladas y su temperatura óptima es entre 18º y 20°C por lo que su cultivo ha de realizarse en el periodo libre de heladas, entre finales del mes de mayo y el mes de octubre. Serán cultivos muy tardíos y los primeros tomates no los cosecharemos hasta el mes de agosto.
Los tomates
La mayoría de las flores de los tomates se autofecundan (95%), la polinización cruzada por insectos o por el aire es poco frecuente, entonces, si se autofecundan ¿como se explica que sembrando unas semillas de un tomate que nosotros hemos cultivado, al año siguiente los tomates obtenidos no tienen nada que ver, ni en la forma ni el sabor, con él? La razón es que la mayoría de las semillas comercializadas son híbridas (F1 o F2) y si queremos tomates iguales debemos volver a adquirir las semillas originales. Este es el negocio de las casas comerciales que invierten en investigación y han de rentabilizarlo.
Algunos de nuestros tomates
Nuestros tomates
Como el abuelo lleva sembrando semillas de sus propios tomates hace muchos años, ha conseguido una variedad tipo cherry de mediano tamaño que reproduce todos los años y otras tres (tipo tres cantos, tipo marmande y tipo corazón de buey) que prácticamente han fijado al 100% sus características. Cada año siembra semillas de algún tipo nuevo que compra o le regalan. Si se adapta a las condiciones de la huerta y le gusta lo volverá a sembrar y solamente si mantiene sus características seguirá con su cultivo.
No le gustan los tomates de mata baja (crecimiento determinado) prefiere los de mata alta (crecimiento indeterminado) aunque son más tardíos. Tampoco le gustan los de tipo pera, los que tienen piel dura, ni los que tienen demasiadas semillas. Al madurar al sol han de ser de color rojo y por supuesto han de tener excelente sabor y olor.
Semillas del abuelo tomates tipo tres cantos, cherry y marmande (de izq. a dcha.)
Las semillas
De cada variedad elige uno o dos tomates de plantas sanas, espera a que estén bien maduros, los coge y los extrae las semillas, las lava con agua y las pone a secar sobre papel de cocina en la oscuridad. Una vez secas, las guarda envueltas en papel en tarros de cristal abiertos, así en un ambiente seco y en la oscuridad permanecerán hasta su siembra. Es muy importante rotular las variedades.
Semillero urbano
El semillero
Los semilleros de los tomates son los únicos que no hacemos al aire libre en la huerta, ya que tendríamos que prepararlos a finales de mayo y no llegarían a producir tomates antes del comienzo de las heladas en otoño. Es un semillero urbano, se hace en un patio soleado en Madrid y en las primeras fases, si es necesario, por la noche se mete en el domicilio como un miembro más de la familia.
Pasos en el semillero
Recogemos de un prado o un erial un poco de tierra recién aflorada por un topo, que es rica en materia orgánica y está exenta de enfermedades, la mezclamos con un 25% de estiércol de oveja bien fermentado.
Tomates recién nacidos
En una caja de poliespan pequeña, a la que se han hecho unos agujeros en el fondo, vierte la mezcla de tierra y estiércol y coloca en hileras las semillas de las distintas variedades. Se tapan con unos 2 cm de tierra, se riega y se rotulan en la caja.
Permanecerán a la sombra y con buena temperatura hasta que nazcan.
Tomates creciendo
Una vez nacidos estarán al aire libre, nos ayudaremos de un plástico para protegerlos del frío e intentaremos que reciban el máximo sol directo posible.
Tomates listos para trasplantar
Cuando tienen cuatro o cinco hojas los trasplantará de uno en uno a vasitos de plástico, con el fondo agujereado, allí habrá puesto mezcla de tierra y estiércol similar a la del semillero.
Tomates trasplantados
Se deja a los recipientes un par de centímetros sin colmar de tierra para facilitar el riego. Los colocamos en cajas pequeñas de fruta, permaneciendo al aire libre, donde recibirán el máximo sol posible y se regarán frecuentemente.
Terreno labrado y preparado para la siembra.
Plantación
Hemos labrado y asurcado una zona soleada de la huerta donde cultivamos judías secas el año pasado (rotación de cultivos) y donde hemos añadido parte de nuestro compost y un ligero abonado de fondo 5N10P10K.
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Hemos hecho los canteros o cadenas para el riego por inundación.
En un marco de siembra amplio (unos 70 cm entre plantas y un metro entre lineas) plantamos nuestros tomates.
Los envases nos identifican las variedades.
Al identificarlos fácilmente por los envases, es sencillo plantarlos, los agrupamos por variedades cada dos surcos para la colocación posterior de los tutores.
Para extraer la planta con todo el cepellón, sumergimos los envases en agua hasta que se calan perfectamente, ponemos la planta hacia el suelo y sujetando con los dedos quitamos el vasito.
Ayudándonos de un golpe con al azada lo plantamos, apretamos con las manos la tierra ligeramente contra el cepellón y dejamos un pequeño hoyo.
Tomates sembrados y regados
Ponemos un litro de agua en el hoyo, esperamos a que se absorba y cubrimos con tierra seca para que mantenga durante más tiempo la humedad.
Una semana después de la siembra en la huerta
Trucos del abuelo
Seguro que os han llamado la atención los envases de yogures que aparecen, en cada envase de un sabor o un tipo distinto trasplanta los tomates de las distintas variedades y lo apunta. Es una forma sencilla de conseguir cultivar juntos en la huerta los tomates de la misma variedad, además de esta manera reutiliza envases de plástico.
Siempre riega el semillero de tomates con agua sin cloro. Una vez trasplantados, para no regar las hojas, hace un riego de «precisión» directamente en los envases, utilizando una botella convencional de refresco de 2l a la que ha hecho un agujero en el tapón.
Ya tenemos nuestros tomates plantados. Su proceso de adaptación es mínimo y en una entrada posterior os contamos cómo completamos su cultivo.