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La balanza Romana.

balanza romana

balanza romana garbanzos

Sin tener ningún instrumento de medida próximo, ante dos objetos que aparentemente pesan igual, ¿se os ocurrió coger uno en cada mano, cerrar los ojos y estirar los brazos para intentar saber cuál pesaba más? ¿Sí? ¡A los primeros humanos seguro que también!.



En Egipto, 3.500 años a. de C., ya representaban en el Libro de los muertos una balanza que se desequilibraba con el peso de una pluma.
Una balanza con dos brazos iguales, es el símbolo de la justicia en las culturas egipcia, griega, romana y en la cristiana.

Balanza romana

En el siglo I a. de C. Vitruvio, en su obra «De Architectura» describe una balanza romana o statera. Tiene dos brazos muy desiguales, con lo que se facilitan las pesadas y es más portátil. Parece que esta romana ya la usaban los griegos y la llamaban «campania«.
El incremento de las transacciones comerciales extendió su uso a lo largo de los siglos. En España, en las zonas rurales, aún se sigue utilizando.

Partes de una balanza romana

Una romana, o balanza romana, consta de las siguientes partes:
. Dos brazos o astiles, uno mucho más corto. El brazo largo está graduado con marcas.
. Gancho o ganchos para colgarla. Separa ambos brazos.
. Gancho o plato de pesar, en el brazo corto. De él se cuelgan las mercancías.
. Pilón. Es un peso fijo y distinto en cada romana. Se mueve entre las marcas del brazo largo para pesar.
. Fiel o aguja. Cuando se equilibra el peso de la mercancía y del pilón, su posición es vertical al brazo. Si el brazo largo tiene dos graduaciones habrá dos fieles en la romana.

Balanza romana, fiel

La romana se basa en las propiedades de la palanca. El peso de la mercancía se equilibra con el peso del pilón colocado a lo largo de un astil graduado o numerado. Cuando alcanza un equilibrio, el brazo adopta una posición totalmente horizontal y el fiel vertical. El peso se lee en el brazo graduado.

Cómo se fabrica una balanza romana

Las romanas son de fabricación artesanal, es posible que las primeras fueran de madera pero las que nosotros conocemos utilizan metales como el hierro, el cobre, el bronce o el plomo. Su precisión depende de la destreza del fabricante.

Balanza romana de hierro fundido

Para fabricarla, el artesano deberá conocer los puntos donde anclar en el eje el fiel, o los fieles, y el gancho de pesar.
Con cobre, hierro, cobre relleno con plomo o bronce, fabricará el pilón.
Después tendrá que encontrar y marcar un punto en el eje largo, lo más próximo posible al fiel, donde coloque el pilón y la romana se equilibre.
Colgando un peso conocido en el gancho o el plato de mercancías marcará un segundo punto. Entre el primer punto y este segundo se marca una escala con medidas iguales, que se repite en todo el eje largo.

Pilón de cobre y graduación en kg

El punto inicial puede ser cero o varias unidades de medida (kg, libras…). Las romanas con doble graduación suelen tener una escala para «lo menor» y otra para «lo mayor» que se complementan.

Pilón de cobre y plomo

Las Casas del peso y de la harina

Al desarrollarse las actividades comerciales proliferaron las romanas, fue una preocupación recurrente de los gobernantes que midieran correctamente. Así, por ejemplo, en el año 1489 los Reyes Católicos instauraron en los municipios las Casas del peso y de la harina. En ellas había una romana oficial, bajo custodia del municipio, cuya misión era pesar el grano de trigo que se entregaba a los molineros y después la harina que ellos devolvían. Los costales se sellaban por una persona llamada «fiel del peso» para evitar el fraude.
Estas casas han estado funcionando hasta el final de la edad moderna.




En Villafranca de la Sierra existió, en el Catastro del Marques de la Ensenada se indica: “la Villa tiene de propios… la casa de peso dela arina…que no le producen cosa alguna por servirse solo para los ministerios de sus destinos”. Aún existe en el Ayuntamiento una antigua romana.

Graduación en kg y medios kg

Las medidas

Las romanas no pesan, miden masas que no dependen de la gravedad en el lugar de la pesada.
¿Qué medidas se grababan en las escalas de las romanas? Nos centraremos en las utilizadas para los productos agrícolas y ganaderos. Para los productos de alto valor y/o poco peso, joyería o farmacia por ejemplo, utilizaron otras.
Los romanos eran más partidarios de las medidas de volumen, como el ánfora romana (unos 25 l) y la urna (½ ánfora). Las medidas de masa eran el quintal romano, la libra y para pequeños pesos la onza. Un quintal eran 100 libras, una libra 12 onzas o 273 gr.
Los árabes incorporaron al arroba o «ar-rub», la cuarta parte. Era la cuarta parte de un quintal. Se fracciona en cuatro cuartillas. Una arroba @ eran unos 11,5 kg de trigo, 12,5 kg de aceite o 16 kg de vino.

Graduación en libras, cuarterones y onzas

El sistema metrológico castellano

Recibió influencias greco-romanas, visigodas, árabes y francas.
Los productos agropecuarios se pesaban entonces en quintales, arrobas, libras y los más valiosos en onzas. Aunque las medidas se llamaban igual, entre los distintos territorios variaban, a pesar de los esfuerzos de los gobernantes.
Alfonso X «El Sabio«, en el año 1261, decía que en cada pueblo hay «una medida para comprar y otra para vender» y crea la figura del fiel o persona encargada de verificar las mediciones y los distintos instrumentos de medir en los municipios.

Pilón y ganchos

Ante esta situación, con una población que era analfabeta en su mayoría y que utilizaba con frecuencia el «más o menos» en las transacciones, al intentar instaurar en España el Sistema Métrico Decimal (SMD) la dificultad de establecer equivalencias fue durante muchos años inabordable.
En el año 1879 se declaró el SMD obligatorio en España, pero muchas antiguas medidas para comerciar con los productos agrícolas se siguieron utilizando entre los productores hasta finales del siglo XX y aún hoy se habla de arrobas al pesar cerdos ibéricos o naranjas, por ejemplo.
Estas son las razones por la que muchas romanas están marcadas en kilos, en arrobas, en onzas, e incluso en libras. A mediados del siglo XX todas las familias de agricultores y/o ganaderos de esta zona tenían una o varias balanzas romanas.

Graduación en kg

En el año 1960 se creó el Sistema Internacional de Unidades (SI) al que actualmente se han adherido la mayoría de los Estados (EE. UU, no). En este sistema, la unidad de masa es el kilogramo, que es un cilindro de platino e iridio que se custodia en Sèvres, Francia.
Las equivalencias, aproximadas, con las medidas castellanas son:
Un quintal = 4 arrobas = 46 kg.
Una arroba = 25 libras = 11,5 kg.
Una libra = 16 onzas = 460 gr.
Una onza = 16 adarmes = 28,75 gr



Nuestras balanzas romanas.

Tenemos cuatro balanzas de este tipo.

Romana de plato

Romana de hierro fundido con plato para mercancías.

Es muy antigua y su estado de conservación es regular, está bastante oxidada.
Tiene dos ganchos y dos escalas. El pilón no es extraíble.
Por una de las partes pesa en libras y en onzas, comienza en una onza y acaba en 7 libras y una onza. Están marcadas las onzas, los cuartos y las libras. La otra escala está marcada en kilos, entre 0 y 5 kilos, y tiene grabada la palabra «Kilos«. Se marcan con números los kilos y con rayas los medios kilos, pero curiosamente, cada medio kilo está dividido en cuatro cuartos y cada uno en otros cuatro, con un total de 16 marcas en cada medio kilo, ¡en la misma escala el artesano mezcló dos sistemas de medida kilos y libras/onzas!

Balanza romana

Romana de hierro fundido con doble escala.

Tiene dos ganchos y dos escalas en kilos, pesa hasta 160 Kg.
Está marcada en kilos y en medios kilos por ambas partes. Los múltiplos de 10 están grabados en número y con una línea larga, los de cinco con línea termina en un triángulo, las unidades con una línea más corta y los medios kilos con otra aún más corta. El pilón es de cobre con plomo dentro.
Tiene fama de ser poco fiable y la utilizaba uno de los bisabuelos para pesar algún cordero de los distintos lotes que cebaba. Servía para hacerse una idea previa del peso del lote «más o menos», antes de hacer el trato «a ojo» de venta de los corderos.

Romana de bronce y cobre

Romana moderna

Posiblemente se fabricó a mediados del siglo XX.
Está marcada en Kilos y medios kilos. Pesa de 4 a 30 kg por un lado y de 30 a 130 kg, por el otro.
Es de bronce con el pilón extraíble de cobre. Tiene la inscripción «Vda. De Suarez ** N° 5010». Es muy fiable y aun la utilizamos para pesar judías, nueces, banastas de fruta, sacos de patatas, etc.

Caja de romana garbancera

Romana garbancera

Tenemos una antigua y curiosa balanza romana de pesar garbanzos y legumbres.
Recogida parece una pequeña lata de sardinas con tapa. Al abrirla una de las partes sirve de plato de pesar y se une al astil por tres pequeñas cadenas.
Tiene una única marca en el brazo largo, que se corresponde con una onza. El pilón es la vaina de una bala rellena de plomo y está fijo en el astil.
Mide el número de garbanzos que hay en una onza (28,75 gr.). Cuantos menos garbanzos o legumbres entren en la onza su calibre será superior.

Una onza de garbanzos

La actual Norma de calidad para el comercio de garbanzos en España, Orden de 5 de noviembre de 1981, solamente indica que su calibre mínimo son 5 mm, medido con una criba de agujeros circulares. Si consultamos la literatura científica (Métodos de valoración para los garbanzos, INIA, por ejemplo) es frecuente que al hablar de calibres se refieran al número de garbanzos por onza.

Una onza de nuestras legumbres




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