Todos los años tenemos la suerte de poder hacer mermelada de naranja gracias a amigos que nos proporcionan algún que otro kilo de esta fruta. En nuestra huerta, debido a su situación geográfica, no tenemos naranjos.
Vamos a utilizar las naranjas enteras, incluida su piel, con lo que debemos estar seguros de su procedencia, que no tengan restos de productos fitosanitarios ni de ceras embellecedoras. Debido a la polución, tampoco es recomendable utilizar frutas procedentes de naranjos de ciudad.
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Nosotros no añadimos peptina. La peptina es una fibra natural soluble que al reaccionar con el agua, el azúcar y los ácidos (añadiremos también limón) ejerce una función de espesante en nuestra mermelada. Naranjas y limones son frutas con gran cantidad de peptina en su piel. También aprovecharemos todas las pipas de la fruta para espesar de forma natural nuestra mermelada.
Hacemos esta receta desde hace más de 20 años.
Necesitamos
1 kg de naranjas.
1 limón.
1 kg de azúcar.
1/2 vaso de agua.
Preparación
Lavamos las naranjas y el limón. Las partimos a la mitad.
Exprimimos un poco las naranjas y el limón y reservamos el zumo.
Iremos recogiendo todas las pepitas, incluso del limón.
Preparamos un saquito de gasa con ellas.
Picamos las naranjas y el limón, podemos hacerlo en juliana fina o con picadora.
Mezclamos el zumo y la fruta y lo dejamos reposar 12 horas.
Añadimos el agua y ponemos a hervir despacio 1 hora, moviendo de vez en cuando con una cuchara de madera.
Dejamos reposar 6 horas retirado del fuego.
Ponemos a calentar, y cuando comienza a hervir añadimos el azúcar con cuidado y se revuelve bien.
Volvemos a poner a cocer aproximadamente 1 hora, removiendo de vez en cuando, con ahínco para que no se pegue el azúcar al fondo de la olla.
Cuando enfríe tendremos una deliciosa mermelada de naranja, perfecta para tomar en una tostada, para un postre o para acompañar una carne.