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La judía planchada. Desde la siembra hasta su recolección

judia planchada

Judía planchada. Desde la siembra a su recolección

Otra de las leguminosas que cultivamos en la huerta son las judías o alubias planchadas.





Esta variedad es una de las reconocidas por la IGP Judías de El Barco de Ávila y como la huerta está situada en la zona que la indicación geográfica abarca, podríamos producir judías con este indicativo si las sometiéramos a los controles y las condiciones que la misma exige.

Judías planchadas y judiones.

Labores y cultivo

Las labores de preparación del terreno, rotación, siembra, cuidados, riegos… son similares a las que ya os hemos contado en la entrada de los judiones.
Como también son judías de mata alta, las colocamos tutores o varas.
Esta variedad la llevamos sembrando en la familia más de 50 años, seleccionando siempre las semillas propias. Elegimos vainas sanas, de la cosecha del año anterior, escogemos las judías lustrosas y que tenga el tamaño, color y forma propias de la variedad.

Semillas escogidas de las del año anterior.

Judías recién nacidas

Nacen mejor que las gordas o judiones y el abuelo pone cuatro o cinco judías por golpe.

Pulgón negro.

Plagas

Son más sensibles al pulgón negro y a la araña roja que los judiones. Por eso, además de tratar las varas con un acaricida cuando las guardamos en el varero, a estas judías las tratamos con un insecticida, si observamos la presencia de pulgones y de forma preventiva con un acaricida en el momento que ponemos las varas. La experiencia nos enseña que si después las parasita la araña roja con las vainas formadas, fracasaría el cultivo ya que, aunque las judías se consumen siempre secas, en esa fase del cultivo nosotros no hacemos tratamiento.

Judías planchadas con los tutores puestos y regadas

Judías planchadas que han alcanzado su máximo desarrollo

Vainas verdes de judías planchadas

Vainas secas de judías planchadas

Cosecha

Las judías son muy tardías y bastante productivas. Cogemos las vainas una a una, a mano, las extendemos al sol para que se sequen y ayudándonos de una vara las golpeamos para que se separen las vainas de las cáscaras. Después hemos de escogerlas eliminado las que no sean aptas para consumo.

Vainas cogidas a mano, secándose.

Separando las vainas de las judías.

Las judías planchadas

Son judías de tamaño mediano, forma arriñonada, color blanco marfil y la característica fundamental que las distingue de las otras variedades es su forma aplanada.

En el plato tienen gran calidad con textura mantecosa, piel fina y los granos permanecen enteros después de la cocción.

Consumo

Las judías son muy ricas en proteínas (20%), en hidratos de carbono (60%) en fibra alimenticia (11-25%) y en otros micronutrientes como hierro, cobre, vititamina B1, niacina, ácido fólico, calcio y prácticamente carecen de grasas.
Las proteínas tienen muchos aminoácidos esenciales excepto metionina y se complementan perfectamente con los cereales que son deficitarios en lisina. Los carbohidratos son de asimilación lenta y la fibra la aporta principalmente la celulosa de sus paredes.
Las legumbres no deberían faltar en vuestra dieta dos veces por semana.
Queremos insistir que la FAO ha declarado 2016 como el año internacional de las legumbres porque son un alimento rico en nutrientes que pueden ayudar a combatir la obesidad y la desnutrición, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Además, las leguminosas son capaces de fijar el nitrógeno atmosférico evitando la utilización de abonos sintéticos, mejoran la absorción del carbono en los suelos, consumen menos agua que otros cultivos, todo esto contribuye a reducir el efecto invernadero.

Cosecha de este año.

La Unión Europea ha establecido una Ayuda, entre las incluidas en la Política Agraria Comunitaria (PAC), para el fomento y la defensa de la producción tradicional de legumbres para consumo humano, con el objetivo de mantener las producciones autóctonas de calidad ante la drástica reducción que ha tenido en los últimos años.

Judias planchadas

Una característica propia de estas judías, compartida por las amparadas por la IGP, es que se riegan por inundación con agua procedente de manantiales que tienen poca cal, esto facilita enormemente su cocción y hace que mantengan propiedades en el plato que no tendrán estas mismas judías cultivadas fuera de este territorio. Ya hemos repetido varias veces que el agua es el «alma» de nuestra huerta.
En la cocina. Estas judías son excelentes para estofar, también se prestan a guisos con almejas, en ensalada, …




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