Lomo de cerdo adobado

Adobar es un método muy antiguo de conservación que ha llegado hasta nuestros días gracias el sabor que aporta a los alimentos.
Es muy frecuente encontrar en las carnicerías carnes adobadas de forma industrial, donde se emplean aditivos conservantes autorizados como los nitratos, que pueden dar lugar a los peligrosos nitritos.




Os vamos a enseñar cómo adobamos nosotros el lomo de cerdo, utilizando ingredientes, condimentos y especias naturales «de toda la vida». El pimentón tiene propiedades antibacterianas y es un colorante y saborizante natural. La sal común aporta sabor y sus propiedades conservadoras hacen que disminuya la cantidad de agua del lomo, retardando así el desarrollo de los microbios.

Al no disponer de frigoríficos, los adobos se solían hacer en los meses de invierno para poder conservar durante el resto del año los productos del cerdo. Ahora cualquier momento es bueno para poder disfrutar de ellos.
Prepararemos un adobo en seco, esto hará que la carne absorba el sabor y los aromas en mucho menos tiempo que si hiciéramos un adobo sumergido en líquido.

Necesitaremos

1 kg. lomo de cerdo.
22 gr. sal.
1 cucharada sopera de pimentón de Candeleda o de la Vera.
2 dientes de ajo.
1 hoja de laurel.
orégano.

Preparación

Tendremos el lomo en un recipiente de porcelana o de cristal.

Lomo de cerdo fresco

Machacamos los dientes de ajo.

Dientes de ajo machacados

Los mezclamos con la sal, el pimentón y la hoja de laurel en trozos.

Mezcla de ajo, sal, pimentón y laurel

Añadimos unas gotas de agua y removemos bien formando una pasta.

Untamos bien la pieza con la mezcla.

Untamos la mezcla sobre todo el lomo

Echamos orégano de la huerta por encima.
Lo conservaremos siempre en el frigorífico, en un recipiente que no sea de metal.

Lomo de cerdo adobado con pimientos de padrón

Pasados unos días podremos ir cortando los filetes a demanda y los cocinaremos simplemente en una sartén con un poco de aceite de oliva.