Antes de la aparición de la agricultura y la ganadería, los humanos eran recolectores y cazadores, su dieta se basaba en productos que de forma natural convivían con ellos: raíces, granos, frutos, hierbas y aquellas
piezas animales que con suerte y habilidad conseguían apresar o cazar. La despensa era el medio en el que vivían y de él obtenían todo lo necesario para sobrevivir. El paso del tiempo les llevó a convertirse en cultivadores y ganaderos, pero en muchas de estas culturas agrícolas se siguieron recolectando frutos y verduras silvestres, de las que conocían su comestibilidad, como forma de completar las dietas o combatir las hambrunas.
Actualmente se cultivan y forman parte habitual de nuestra dieta un reducido número de variedades vegetales, en relación con las especies silvestres comestibles, según los conocimientos tradicionales de las distintas zonas y culturas. Existen muchas publicaciones donde se incide sobre la perdida de sabores, texturas, productos nutritivos y microelementos que este hecho supone.
Pamplina en la Serrota
Las setas de cardo, los cardillos, el orégano silvestre, las cerezas silvestres, las moras, las endrinas, el tomillo, las avellanas y la pamplina, son algunos ejemplos de estos alimentos silvestres que recolectamos en esta zona.
La pamplina
Buscar pamplina o boruja en las fuentes y manantiales de la Sierra de Gredos y sus estribaciones es una actividad que requiere practicar un poco de ejercicio físico en plena naturaleza. Encontrarla y probar una ensalada supone una enorme satisfacción y es una experiencia única. Algunos habitantes de los pueblos de esta zona saben donde y cuando se cría pamplina, estos conocimientos forman parte de su cultura y tradiciones.
Subiendo a la Garganta de la Nava de El Barco (otoño)
Descripción
La pamplina (Montia fontana L.) es una planta herbácea de pequeño porte (2-15 cm.) que crece de forma cespitosa (como el césped) creando, en condiciones favorables, verdaderas alfombras. Crece junto o sobre finas laminas de agua, en manantiales y algunos tramos iniciales de ciertos arroyos serranos con aguas limpias, finas y de flujo lento. Prefiere el pleno sol y no crece en zonas forestales.
Montia fontana L.
Sus tallos son delgados, glabros (sin pelos), ramificados en los nudos inferiores y con tonalidad rojiza. Las hojas surgen opuestas, no tienen pelos, son carnosas, su forma es oblongolanceolada, con un solo nervio. Presentan pequeñas flores blancas terminales con cinco pétalos.
Se aprovechan los tallos tiernos con hojas, antes de la floración.
Recolección de pamplina o boruja
Recolección
Se recolecta a principios de la primavera y a veces en otoño. Nosotros únicamente la recogemos en manantiales de montaña a más de 1.300 metros de altitud.
Con una tijera, o una navaja, se cortan los tiernos tallos superiores, sin la raíz y los pequeños manojos se colocan con cuidado en una cesta de mimbre. Nunca se deben arrancar las plantas. Si su altura es inferior a los 2cm. no debemos recolectarla pues cortaremos parte de la raíz, estará muy sucia y no podremos limpiarla para consumirla.
Pamplina lavada
Después hay que «escogerla» eliminando una a una las hierbas que la acompañan y lavarla al chorro del grifo, dejarla un rato en agua con unas gotas de lejía, volver a lavarla al grifo y escurrirla.
Consumo
Hay muchas formas de prepararla, la tradicional en nuestra familia es en ensalada, con aceitunas, preferentemente negras, cebolla, aceite virgen de oliva y vinagre. Tiene una textura y un sabor ligeramente amargo, únicos.
En la siguiente publicación del IMIDRA podéis encontrar información muy interesante sobre alimentos silvestres. En el caso de la pamplina se afirma que destaca por su alto contenido en fibra, en grasas poliinsaturadas, en vit. C y en magnesio. La considera una de las mejores fuentes vegetales de ácidos grasos omega-3.
Pamplina en Gredos, subiendo a Cinco Lagunas
Dice el abuelo que cuando canta el cuco florece la pamplina. El cuco es un ave migratoria que regresa a principios del mes de abril y en esta época canta con el típico cuu-cú bisilábico, buscando llamar la atención para aparearse. Cuando la pamplina florece amarga y no se puede consumir.
Stellaria media o pamplina de las huertas
La otra «pamplina»
También se llama pamplina a una planta semejante que es muy frecuente en la huerta. No crece cuando los cultivos cubren el suelo, pero al retirarlos, si en otoño o en invierno hay suficiente humedad, alfombra toda la huerta (se propaga por semillas y es muy invasiva). Nosotros no la eliminamos, al labrar la incorporamos a la tierra ya que aporta nitrógeno y mejora la textura del suelo.
Es Stellaria media L. o pamplina de las huertas. Se diferencia de Montia fontana en que no crece sobre el agua, su porte es mayor, hasta 40 cm., florece terminal y lateral y las hojas son de forma semejante pero agudas y muy enervadas. El tronco no es liso y presenta una o dos líneas pilosas.
Hemos encontrado referencias de que en algunas zonas se consume esta planta tierna en ensaladas. Aquí no se hace.
Ensalada de pamplina