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Patatas finas. Su cultivo

Patatas finas

Hoy os presentamos uno de los productos que obtenemos en la huerta del Corneja de los que nos sentimos más orgullosos, la patata fina de Gredos. Se trata de una variedad de patatas autóctonas únicas, visualmente caracterizadas por su gran abundancia de ojos y casi imposibles de conseguir más que comprándolas directamente a los microproductores del norte de la sierra Gredos (provincia de Ávila) y sierra de Béjar (provincia de Salamanca).




Las patatas (Solanum tuberosum) son plantas herbáceas anuales, pertenecientes a la familia de las solanáceas. Los tallos subterráneos se convierten en su extremo en tubérculos, las patatas que consumimos. Su origen es el antiplano andino y fueron traídas a España a mediados del siglo XVI.

Patatas de la huerta, blanca, roja y fina (la de abajo)

Es una variedad de patatas de la que el abuelo tiene constancia que se lleva sembrando en la zona hace más de 150 años y que según el Instituto Tecnológico Agrario (ITACYL) de la Junta de Castilla y León, en su Ensayo de la variedad fina de Gredos autóctona de Castilla y León del año 2006, no tiene parecido genético con ninguna de las otras variedades autóctonas existentes en la península, ni en las islas, ni con las variedades comercializadas actualmente. Las ha denominado patatas finas de Gredos y pretende su reconocimiento por la Oficina Española de Variedades Vegetales.
Nuestras patatas tienen su origen en un kilo de patatas de siembra que compramos hace unos 20 años directamente a un agricultor en el mercado de Piedrahita y hemos ido sembrando cada año.

Patatas rojas y patatas finas en segundo plano

Siembra

Siempre las sembramos en una zona de la huerta donde el año anterior hayamos cosechado judías.
Sembramos muy poca cantidad, unas cincuenta plantas y al ser una variedad muy «tardía» lo hacemos a finales del mes de mayo.
De la cosecha del año anterior, seleccionamos las patatas pequeñas, que tengan buenos ojos pues son el origen de los tallos, eliminando los que hayan brotado, y sin ningún tipo de tratamiento las ponemos a una distancia aproximada de unos cuarenta centímetros unas de otras. Las sembramos enteras (sin partirlas nunca, así evitamos posibles podredumbres) en lo alto del surco ayudándonos de un golpe fuerte de azada. La tierra ha de estar bien labrada, asurcada y en tempero, es decir, cuando la tierra se encuentra en el estado óptimo para la siembra y el laboreo, ni muy húmeda que formaría grandes terrones al trabajarla, ni muy seca que se disgregaría haciéndonos perder nutrientes y condiciones húmicas muy importantes para el cultivo.

Patatas finas en flor

Cultivo

Tardan bastante en nacer, unas tres semanas, aunque todo dependerá de las condiciones de temperatura y humedad. Aguantamos todo lo posible antes de darles el primer riego, siempre regamos por inundación de los bajos del surco por canteros. Las regamos después cada 15 días hasta finales del mes de septiembre.
Las plantas desarrollan tallos finos de unos 40cm de altura y muy verticales, las hojas son ligeramente ovaladas y de color verde, un poco más claro que el de las otras variedades. Sus flores son numerosas y de color blanco.

Plagas

Las afecta el escarabajo de la patata (mucho menos que a las variedades tempranas), a veces tienen viruelas en la superficie (cuidado al seleccionar las de siembra y la rotación de cultivos) y si abusamos del riego o si el terreno tiene mucha humedad y las patatas ya maduras están enterradas es posible que muchas de ellas salgan podridas (se «cuecen»).

Patatas finas recién cosechadas

Cosecha

Cuando plantas y tubérculos han madurado las hojas y los tallos, en su mayoría, se secan. Entonces las arrancamos ayudándonos de una azada.
Las plantas secas una vez arrancadas y cuando las sacudimos la tierra adherida a la raíz las denominamos “parras” y las dejamos sobre la superficie para aportar materia orgánica al suelo.
Truco del abuelo. Si la piel de las patatas se desprende con pequeños roces no están aún maduras (“hechas”).
Cada planta suele tener cuatro o cinco patatas de más de 10 cm y otras tantas de menor tamaño. Los rendimientos son muy pequeños, este año hemos recogido unos 20 Kg que son suficientes para el consumo familiar y para la siembra del próximo año.

Lavadas y listas para pelar

Las patatas tienen un característico color rosado y un aspecto único que les da la distribución de numerosos y profundos ojos por toda su superficie.
Las conservamos tal como salen de la tierra (sin lavarlas ni adicionarlas nada) en una banasta de madera tapadas con sacos de pita (en un sitio seco y en ausencia de luz). Así permanecen sin ningún problema seis o siete meses manteniendo su aptitud para el consumo.

Corte y ojos característicos

Consumo

Son patatas que al corte presentan una carne blanca con un ligero tono amarillento, su consistencia es muy firme y el grano muy fino. Estas propiedades las hacen únicas para la cocina y permiten que se mantengan enteras después de cocidas. Cuando probéis este tipo de patatas con arroz y bacalao, os las encontraréis enteras en el plato y podréis apreciar su finísimo grano (de ahí probablemente venga el nombre de patatas finas).

Corte de nuestras tres variedades de patatas

Otros de los usos donde muestran su esplendor culinario es en la tortilla de patata que se magnifica si disponemos de huevos de gallinas criadas en el campo.

Tortilla española con patatas finas de Gredos

Las patatas tienen, como ya hemos indicado, muchos y profundos ojos y son difíciles de pelar.
Nos consta que esta variedad es posible de obtener en algunas casas especializadas en la producción de patatas de siembra aunque aconsejamos que se adquieran a un pequeño productor de la zona donde se cultivan para consumo familiar.
Os animamos a que si tenéis ocasión probéis estas patatas ¡os sorprenderán muchísimo!.

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