Aprovechando un paseo, hemos recogido unas moras. Las buscamos en zonas húmedas, alejadas de carreteras y caminos para evitar la contaminación.
Las moras, ahora que están bien maduras, son de color negro y brillantes.
Vamos a preparar una sabrosa y aromática mermelada con estos frutos del bosque.
El otro elemento esencial de esta mermelada es el azúcar. Es un conservante natural, siempre debemos respetar las proporciones ya que si se añade una cantidad menor de la necesaria, la mermelada se estropeará antes de lo esperado.
Necesitamos
Moras.
Azúcar.
2 cucharadas de agua.
Lavamos y escurrimos las moras.
Las ponemos con el agua en una cazuela a fuego bajo y dejamos que cuezan unos 20 minutos, hasta que estén blanditas, es normal que algunas pierdan su color negro.
Si queremos quitar las semillas hay que pasarlas por un pasapuré y colarlas.
Ahora es el momento de pesar la fruta. La misma cantidad será la que necesitemos de azúcar.
Ponemos a calentar las moras a fuego lento y cuando comienza a hervir incorporamos el azúcar poco a poco, hasta que no se disuelva lo echado no añadiremos más.
Moveremos continuamente para que no se pegue el azúcar al fondo de la cazuela.
Aproximadamente en 15 minutos tendremos preparada ya nuestra mermelada. Para ver la consistencia de la mermelada debemos dejarla enfriar. Si vemos que está demasiado líquida y la queremos más espesa podemos ponerla a calentar unos minutos más. Siempre con cuidado y moviendo bien para que no se pegue.
Mermelada de moras