Los guindos, Prunus cerasus, son árboles caducos de la familia de la rosáceas emparentados con los cerezos silvestres Prunus avium L.. Aunque suelen presentarse como arbustos los guindos pueden alcanzar los 8 m. Es frecuente la aparición de abundantes sierpes.
Guindo en primavera
Son originarios del sureste de Europa y del oeste de Asia. En la cuenca media del río Corneja, que es una zona de montaña fresca y fría, existen muchos en los márgenes de huertas que ya no se cultivan y naturalizados en zonas boscosas.
Guindo en verano
Son árboles muy adaptados y resistentes a las enfermedades, de floración tardía, este año la floración plena la alcanzaron la primera semana de mayo, y suelen fructificar todos los años. Se reproducen por rebrotes de raíces o por injertos sobre guindos o cerezos silvestres y a su vez son excelentes portainjertos para injertar cerezos.
Guindo en otoño
En la zona se distinguen dos tipos, los guindos comunes y los garrafales, vegetativamente son idénticos pero se diferencian por sus frutos.
En 2009, Perez Sanchez, R. en su tesis doctoral de la USAL (1) afirma que en estas zonas donde conviven cerezos y guindos se producen hibridaciones naturales que han dado lugar a un nuevo taxón Prunus x gondouinií Rehd, que frecuentemente son estériles, sus flores blancas se vuelven rosas antes de marchitarse y que serían los guindos que aquí se le llama garrafales.
Guindo podado en invierno
Cuidados
En la huerta tenemos un guindo que necesita pocos cuidados. Nosotros le hicimos una poda de formación en vaso bajo (de un tronco robusto salen múltiples brazos) y todos los años le quitamos las ramas secas, le aclaramos la copa y cortamos las puntas para evitar un crecimiento excesivo y así es más fácil de cubrir con un malla para conseguir que las guindas maduren en el árbol.
No se riega, esta en una zona fresca y soleada.
Quitamos con la desbrozadora las malas hierbas.
Guindas y hoja de guindo