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Peras de Roma o peras de invierno

Peras de roma

peras maduras

Hoy os presentamos esta variedad de peras de las que tenemos constancia que ya se cultivaban en la huerta desde hace más de 100 años. Se considera la verdadera pera de invierno al logar prolongar su consumo desde el mes de diciembre hasta marzo.



El peral europeo o peral común (Pyrus communis) es una especie de árbol frutal de pepita de la familia de las rosáceas, cuyo fruto son las peras.
Estos frutales caducifolios necesitan zonas con altitud próxima a los 1000m para fructificar correctamente y que sus peras maduras tengan buen gusto.
Tenemos dos perales muy antiguos, uno de ellos tiene más de 10 metros de altura. Son árboles que necesitan pocos cuidados. Sus troncos tienen la corteza agrietada de color grisáceo y con placas.

Troncos de nuestros perales

Los perales están en una zona muy soleada, perfectamente adaptados a la altitud y al clima de la zona.

Peral con peras

Cuidados

Son mínimos.
Todos los años los hacemos una poda de mantenimiento para eliminar las ramas que crecen hacia adentro y las secas o enfermas.
Los regamos poco, cinco o seis veces en verano (dependiendo de las lluvias), el riego es por inundación, con el agua de la sierra, en pequeñas pozas de unos dos metros de diámetro, los hacemos con la azada, alrededor del tronco.
En invierno los pulverizamos con un aceite mineral.
Labramos dos veces la huerta con el motocultor.

Peras

Las peras

Nosotros las llamamos peras de invierno o peras de Roma, indistintamente. Tienen forma irregular, ligeramente achatada, su color es verde claro y se vuelve amarillo al madurar.

Peras de roma

Las peras se recolectan a finales de verano cogiéndolas directamente del árbol y evitando que se golpeen, en el momento que han alcanzado su máximo volumen, su consistencia es muy dura y entonces no son comestibles. Las guardamos en banastas forradas de papel, en un sitio con temperatura constante y protegidas de la luz donde siguen madurando (son climatéricas).
Las consumimos desde diciembre a marzo, maduras son de color amarillo, tienen la piel fina, una pulpa jugosa y ligeramente granulosa, su sabor es dulce y con cierto aroma de moscatel.

Peras en la banasta, madurando

Problemas

A pesar de asegurar peras casi todos los años, a veces las heladas tardías o las lluvias persistentes en el momento de la floración disminuyen la cosecha.
Lo más frecuente es que fructifiquen demasiadas peras y tengamos que eliminar algunas, así las que quedan aumentan su tamaño, o que dejemos parte de las peras sin coger en el peral.

Peras maduras

Trucos del abuelo

Las peras hay que cosecharlas (coger las peras) cuando, agarrándolas con la mano, el rabillo se fractura en su unión al árbol sin tener que tirar de la pera.
Hay que tener cuidado con la fruta sin coger y madura en el árbol en días de viento, es probable que se caiga toda y con el golpe es imposible que luego madure.

Peras maduras de este año

Curiosidades

Todo el mundo coincide que el origen de esta variedad son los injertos que se practicaban en Roma y ya descritos 30 años a.C.
Los perales de Roma son prácticamente autoestériles, entre nuestros dos perales de Roma hay uno de Aranjuez, creemos que al tener próximo uno de esta variedad las cosechas se han asegurado durante cientos de años (era costumbre en las huertas tener peras de agua de verano y de invierno).

Peral de Roma y en segundo plano el de Aranjuez

En la zona es frecuente utilizar el nombre de perala a los árboles que dan peras, y peral para los que dan peros (manzanas).

Listas para lavar y comer

Antes de existir los frigoríficos, estas peras permitían disponer de fruta fresca y recién madurada en el frío invierno de la zona. Eran muy valoradas para consumir en fresco, cuando no había otras frutas y se utilizaban también para elaborar distintos postres.

Pera madura mostrando sus pepitas alargadas y negras





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