Hoy vamos a hablar de unos colaboradores que comparten y trabajan con nosotros la huerta, la comunidad de polinizadores silvestres.
La mayoría de las plantas cultivadas pueden crear clones de sí mismas mediante la reproducción asexual (un injerto, por ejemplo), sin embargo, es más frecuente la reproducción sexual, con polinización cruzada entre distintos individuos. En la naturaleza este proceso es responsable del intercambio genético que facilita el mantenimiento de las especies, su evolución y que surjan nuevas especies.
Flores en guindo
Polinización
La polinización es un proceso, consiste en que el polen viaje desde la parte masculina de la flor (anteras) hasta la parte femenina (estigmas). Se puede producir en la misma flor (autofecundación o autogamia) o entre flores diferentes de la misma especie (alogamia).
El polen lo puede transportar el viento, el agua o los animales. Entre los animales los principales grupos polinizadores son los insectos.
Polinizando zarzamoras
Dice la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que el 90% de la diversificación y de la conservación de la vegetación silvestre se basa en los procesos de polinización y que del éxito de la reproducción sexual de muchas plantas depende la alimentación de muchos animales, incluidos los humanos. Por eso ha iniciado una «Acción mundial sobre servicios de la polinización« para una agricultura sostenible. Afirma que aproximadamente el 80% de las especies de plantas con flor son polinizadas por animales, principalmente por insectos y que como mínimo una tercera parte de los cultivos agrícolas del mundo depende de la polinización.
Abeja en flor de manzano golden
Insectos polinizadores
Los insectos son animales invertebrados, que se caracterizan por tener dos antenas, tres pares de patas, dos pares de alas (a veces uno), el cuerpo segmentado (cabeza, tórax y abdomen) y un exoesqueleto.
Los principales grupos de insectos polinizadores son los himenópteros (abejas, abejorros, avispas y hormigas), dípteros (moscas y mosquitos), lepidópteros (mariposas y polillas) y algunos coleópteros (escarabajos).
Tanto los insectos como las plantas se benefician de la polinización y a este tipo de relación se denomina mutualismo. En la polinización silvestre a una planta la visitan muchos polinizadores y un polinizador visita muchas plantas.
Abeja en flor de melocotonero
Las plantas desarrollan diversos mecanismos para atraer y/o recompensar a los insectos, como corolas amplias y vistosas, producción de néctar y de distintos aromas.
El néctar contiene básicamente azúcares y sustancias aromáticas. El polen contiene proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales. Algunos insectos recolectan polen, otros lo transportan al ir a buscar el néctar y otros al ir a alimentarse de partes de las flores.
Se dice que por cada persona hay en la tierra 200 millones de insectos.
Floración de frutales de hueso en la huerta
En la huerta
Como ya conocéis, nuestra huerta se caracteriza por no ser un monocultivo, cultivamos frutas, verduras, hortalizas, legumbres, plantas aromáticas, flores, etc. siempre al aire libre y en una zona de montaña con poca actividad agrícola. Excepto las abejas domésticas, el resto de los múltiples polinizadores que en ella hemos observado son los silvestres propios de la zona.
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Algunos de nuestros cultivos no necesitan la polinización para su producción ya que no obtenemos semillas. Es el caso de las cebollas, puerros, repollos, coles de Bruselas, romanescu, brécol, lechugas, canónigos y las zanahorias.
En otros cultivos como los nogales y los avellanos la polinización la realiza preferentemente el viento.
Flor de pepino con una abeja solitaria
Entre nuestros cultivos cuya producción depende de la polinización por insectos distinguimos tres niveles:
Dependientes, tienen flores masculinas y femeninas y sin insectos prácticamente no fructificarían. Es el caso de los calabacines, los pepinos y las calabazas.
Dependencia elevada. Distintas variedades de manzanos, ciruelos y perales, frambuesas, melocotones, briñones, membrillos, guindos, cerezos, pimientos y tomates.
Dependencia moderada. Las judías verdes, las distintas variedades de judías secas, las berenjenas y las fresas.
La lluvia persistente arrastra el polen y los insectos no vuelan
Dice el abuelo que si llueve persistentemente cuando los frutales o los cultivos están en flor, los insectos no vuelan, se lava el polen y las flores no se gozan.