El codillo es una carne sabrosa, muy jugosa y cocinado junto al repollo obtendremos un espléndido plato.
Para realizar este guiso utilizamos un codillo fresco de cerdo, tiene una gran ventaja frente a los pre-cocinados pues nos aseguramos que no lleva nitritos ni ningún otro tipo de conservante ni colorante.
El codillo necesita una cocción larga, sabemos que la carne está en su punto cuando se separa del hueso con facilidad.
Lo acompañaremos con repollo fresco que por haber pasado todo el invierno en la huerta, tendrá un sabor es más suave.
Necesitaremos
. Para dos personas.
1 Codillo fresco.
1 Repollo mediano.
1/2 Cebolla.
1 vaso de vino blanco.
1 cucharada de harina.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta.
Preparación
En una sartén con aceite de oliva doramos bien el codillo. Lo retiramos y reservamos.
Cortamos en juliana la cebolla y la rehogamos en el mismo aceite. Cuando está transparente añadimos la cucharada de harina para que se tueste un poco.
Pasamos todo a una olla a presión. Añadimos sal, pimienta molida y el vino blanco.
Tapamos bien la olla, si es rápida necesitará aproximadamente 1 hora. Tenemos que tener en cuenta que las ollas a presión tradicionales evaporan más que las rápidas, por lo que debemos vigilar que no se consuma todo el vino, si es necesario añadiremos agua, esperando siempre que la olla no tenga presión para abrirla.
Cuando el codillo está blando lo retiramos y reservamos.
Ponemos el repollo picado a cocer en la salsa del codillo.
Tapamos la olla y cuando salga la válvula en 3 minutos estará hecho, si es necesario añadiremos un poco de sal a la verdura.
Escurrimos el repollo de la salsa.
Separamos la carne del hueso del codillo y la troceamos.
Servimos la carne con su salsa y la acompañamos con repollo y acompañamos con la salsa.
Ahora solo nos queda disfrutarlo con un buen vino tinto.