Las judías blancas, o judiones guisados son un plato de cuchara tradicional, en cada casa se preparan de forma distinta. Es una buena forma de consumir legumbres que desde siempre han formado parte de nuestra dieta mediterránea.
Necesitaremos
500 gr. de Judiones (judías gordas blancas).
2 rabos de cerdo frescos enteros.
150 gr. de panceta fresca veteada.
50 gr. de chorizo.
1 tomate o 3 cucharadas de salsa de tomate casera.
2 rebanadas de pan.
1 hoja de laurel.
1 diente de ajo.
1 pimentón de la Vera o de Candeleda.
Aceite de oliva y sal
Preparación
Tendremos en remojo desde el día anterior las judías, son necesarias entre 10 y 12 horas para que estén en su punto antes de cocerlas.
Ponemos a cocer los rabos de cerdo 5 minutos, así perderán parte de la grasa y un poco del fuerte sabor que tienen. Reservamos.
Retiramos el agua de remojo de las judías y las ponemos con agua fría a cocer.
Cuando están hirviendo las escurrimos y las ponemos a cocer de nuevo con agua fría. Esto es muy importante para que queden suaves.
Añadimos los rabos, la panceta, el chorizo troceado, el tomate y la hoja de laurel.
Cuando las judías estén cocidas retiraremos el exceso de grasa de la superficie con una cuchara. Puede resultarnos más fácil si dejamos que enfríen un poco.
Freímos el pan y el ajo.
Añadimos el pimentón.
Retiramos el ajo y machacamos el pan.
Echamos tres cucharadas de judiones.
Trituramos todo y se lo añadimos a los judiones cocidos.
Dejamos que cueza cinco minutos para que coja el sabor del refrito.
En ningún caso echaremos harina para espesar el caldo, si es necesario trituraremos alguna alubia más.
Ahora es el momento de echar la sal hasta que queden a nuestro gusto.
Dejamos que cuezan otros cinco minutos y listas.
Si reserváis el guiso y lo calentáis para comerlas unos días después las judías permanecerán enteras y la textura y el sabor mejorarán.
Esperamos que os gusten.
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